EN EL DISEÑO HAY VIDA INTELIGENTE, PERO ESTÁ PENALIZADO POR LA ESTÉTICA.

Con esta frase respondía el diseñador Alberto Corazón a la pregunta “¿hay vida inteligente en el diseño?”. El maestro, recientemente fallecido, fue durante toda su carrera un firme defensor de la subordinación de la estética a la utilidad y la usabilidad. Para el, la belleza debería ser simplemente una consecuencia del buen diseño, pero no el objetivo principal.

EL ARTE Y EL DISEÑO: Una competición de tiro con arco

El profesor Juan Vals, un veterano de la formación de algunas generaciones de diseñadores gráficos de Madrid, por quien han pasado prácticamente cualquier profesional del diseño que haya estudiado en el I.E.S. Puerta Bonita, y con quien tuve la suerte de aprender algunas cosas muy útiles, ilustraba este dilema con una hisoria que me pareció, en su momento y ahora, de lo más acertada.

LA CONFIANZA. Un pilar central de las relaciones creativo – cliente.

Hace algunos años, en una de las iniciativas de diseño gráfico en la que participé junto a otros profesionales del sector, descubrimos un vídeo en clave de humor en el que se hacía una comparativa satírica de la relación profesional-cliente en el sector del diseño gráfico con el de cualquier otro sector profesional con el que los clientes se relacionan de forma más o menos cotidiana.